Las personas creativas necesitan cielos para volar y te darán lo mejor de sí mismos si les ofreces un cielo particular, aunque esté acotado. Si los atas a un orden, a una disciplina, a un sólo modo de hacer las cosas, poco a poco se van apagando y reduciéndose como una rosa del desierto seca. 

A continuación, te comparto unas ideas de cómo tratar con un creativo para sacar de él lo mejor de sí mismo y convertirlo en un gran activo para tu empresa

  • No le ates a una rutina: no le hagas levantarse a la misma hora, ir al mismo sitio y hacer las mismas cosas… se sentirá atrapado, esclavo como un pájaro enjaulado, y tendrá un intenso deseo de marcharse. Tarde o temprano, le perderás. 
  • No le pongas plazos: no presiones a tu creativo. Funcionan mejor con estímulos que con presiones y la mejor manera de estimular a un creativo es  proponiéndole otro proyecto divertido después del que está realizando. 
  • No permitas que lleve muchos proyectos: las personas creativas no pueden dejar de tener grandes ideas y les encanta empezarlas. Debes negociar con ellos para evitar que lleven demasiados proyectos. De lo contrario nunca avanzarán. Pero tampoco puedes dejarle trabajar en uno porque se agobiarán, se sentirán encorsetados… permite que trabaje en dos o tres proyectos y todas las ideas que les surjan, súmalas en una cola para ser ejecutadas después. 
  • No le grites ni le exijas… en realidad no deberías hacerlo con nadie. Nadie se merece tu mal humor ni tu mala habilidad directiva… pero los creativos son especialmente sensibles a los gritos y a las exigencias, los insultos, o las exasperaciones.  Un creativo no tiene precisamente un problema de trabajo. En realidad le encanta trabajar pero de lo que elige. Tus exigencias no le van a cambiar. Lo único que vas a conseguir con ello es que se sienta mal, se sienta atrapado y como todo pájaro que se siente atrapado, vuele sin remedio. 
  • No le vigiles. No soportan tener a alguien detrás de su hombro vigilando su trabajo. Necesitan ser libres también en el proceso y harán grandes cosas. Lo mejor que puedes hacer con un creativo es darle mucha carta blanca para que te dé sus mejores resultados. A diferencia de otro tipo de personas, que necesitan que les guíes durante todo el proceso, los creativos son justo el lado opuesto. Odian los «guiaburros«, les gusta encontrar fórmulas para mejorar procesos, porque también son creativos en cuanto a las herramientas y los procedimientos que utilizan. 
  • No le sumerjas en el pesimismo: Los creativos no pueden soportar que la gente les llore, que les hable de lo mal que les va porque un creativo nunca ve mal el futuro. Lo ve lleno de cosas fascinantes por aprender y descubrir y los pensamientos de que todo está acabado, de que todo va mal… les abruma y les angustia afectando considerablemente a su rendimiento. 
  • No permitas que se vuelvan caprichosos: un creativo demasiado agasajado también pierde productividad. Las personas creativas tienen que estar en un punto en que se sienten queridos y apreciados pero tienen que demostrar su valía, tienen que contar con retos difíciles hasta para ellos mismos. Si de repente dominan el mundo, si de repente lo tienen todo, dejan de tener lo más importante para crear: ¡hambre! No es de extrañar que muchos grandes artistas, como Bach o Vangoh, fueron grandes desde la indigencia… la necesidad les hace crear grandes cosas. Si quieres sacar el máximo potencial de un creativo, prométele una meta más alta cada vez para que siempre esté estimulado.  Si no tiene metas, se aburrirá y se volverá improductivo.
  • Para crear, tienen que aprender así que proporciónale toda la formación que necesiten en el ámbito en el que te lo pidan. Si son escritores, permíteles un tiempo de lectura. Si son músicos, permite que beban de la música de los demás. Si son diseñadores gráficos, déjales que vayan a museos o a lugares donde encuentren las fuentes que necesitan para ampliar sus miras y poder dar mejores resultados. 
  • La creatividad sin acción no es nada. Los creativos son personas que, sobre todo, generan muchas ideas en muchos campos. Tienen una capacidad de observación extraordinaria y son capaces de encontrar soluciones en cosas en las que nadie se fija nunca. Son capaces de cambiar costumbres para mejorar procesos. Ven soluciones, belleza y arte donde otros no pueden verlo…. pero muchos se quedan en el plano de la idea. Un creativo tiene que contar con un equipo capaz de convertir sus ideas en hechos. Por eso los grandes pensadores son grandes pobres, porque se quedan anclados en la idea. Tu creativo divagará entre su mundo de ideas donde es feliz y donde todo es posible… pero serás tú quien se encargue de que esas ideas se asienten sobre el plano real… para que la realidad también pueda disfrutar de esas ideas. Por eso, dos creativos no pueden trabajar juntos, porque ninguno va a mover un dedo por que las ideas del otro se hagan realidad. Si tú también eres creativo, necesitas un intermediario, un trabajador del plano real, una persona bien asentada en la tierra que necesita que todo sea tangible y encontraréis la sinergia perfecta. Si cada uno tiene bien definido su papel, los creativos y los ejecutores pueden hacer grandes proyectos. Elevarán tu proyecto empresarial hacia lo más alto y tendrás un increíble equipo. 
  • Detecta a los creativos de tu empresa: los descubrirás porque siempre te proponen cosas completamente alejadas del trabajo, ideas que a veces incluso te resultarán absurdas, son inconstantes, son incomprendidos por los compañeros y son tildados de ridículos, ingenuos, absurdos… esos tipos pueden ofrecerte unas ideas que, a menos que tú seas creativo, jamás tendrías y algunas pueden ser increíbles. No permitas que la genialidad de tu equipo se apague por no saber quién es quién. 

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