Lo que te voy a contar es absolutamente cierto. 

Tuve un churri roñoso hasta el punto más miserable. 

¿Que cuál es el punto más miserable?


Para no gastar en el recibo del agua puso una norma: tirar de la cisterna sólo cuando el asunto fuera sólido.

 Podría contarte muchas más anécdotas miserables pero ésta fue la que colmó mi vaso… nunca peor dicho. 

Mucho después descubrí lo que le pasaba a ese churri.

Estaba inmerso en uno de los cuatro círculos viciosos del dinero: el de la miseria. 

Consiste en ahorrar tanto que ni siquiera te permitas vivir con dignidad. Hace unos años, la vida volvió a cruzarlo en mi camino.

Quería que le hiciera el audiolibro de un libro que había escrito.

Estuvimos trabajando un tiempo y un día me enseñó algo. 

—¿Sabes qué es esto? —me dijo—.

—No —contesté—.

Era una seda dental que había dejado olvidada cuando rompí con él. Todos los días la usaba y aún así, ¡veinticinco años después! sigue habiendo hilo en ese cacharrito.

Eso significa sólo dos cosas: o que el hilo es mágico o que tiene una maña especial para limpiarse entre los dientes con diez milímetros de seda… yo no podría.

Hay cuatro círculos viciosos de la pobreza y un solo círculo virtuoso de la riqueza y, sea cual sea tu situación, se puede pasar de tu pobreza a la riqueza con un simple cambio de hábitos.

¿Que por qué enseño esto en la Formación Continua de Trebolarium? porque quiero que mis escritores vivan de su profesión. 

Prueba por un euro: https://lanzamiento.trebolarium.com/prueba-por-1-euro


P.D.: Entre los churris guapos también los hay ricos y generosos… no te quedes con el roñica, hazme caso. 

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