No sé si te lo conté pero yo viví una relación de maltrato. Después salí Después escribí un blog y varios libros sobre eso. Nunca más tuve parejas maltratadoras… pero tuve un suegro que era un maltratador psicológico. No me maltrataba a mí. Maltrataba a su mujer y su hijo. Yo sentía absoluta y concentrada repulsión por ese hombre. Decía las mismas cosas que yo había escuchado pero esta vez yo era la espectadora… y era frustrante porque, encima, tenía que callar después de haber escrito libros sobre el asunto. Me sentía un fraude pero su hijo nunca hubiera admitido saberse maltratado y menos por mí. El problema es que no lo veía por navidad…. lo veía todos los días. Lo tenía hasta en la sopa. Una y otra vez viendo la misma película en la que un hombre hablaba con desprecio a su mujer y su hijo. Era una pesadilla. Consideraba imposible abstraerme de las porquerías que soltaba por la boca porque tenía que escucharlas a diario. Aquel suegro no era como una mala droga sino como un mal veneno, como si trabajaras en una fábrica de cianuro o una mina de mercurio… morías por exposición. Yo le ponía ajo, como a los vampiros, con la vana esperanza de no tener que verlo ahuyentándole con la pestilencia del bulbo… pero no dio resultado porque era otro tipo de bestia. Mira: A los vampiros se les echa ajo. A los licántropos, balas de plata. A los demonios, agua bendita…. Y es que cada monstruo tiene su antídoto. Si le disparas a un vampiro con una bala de plata se va a reír en tu cara antes de chuparte la sangre y eso es así. Queremos tratar a los lectores como tratamos a los monstruos: «agua bendita para todos» Pues va a ser que no… cada lector tiene su cosa, su búsqueda, sus necesidades y hasta su propia forma de hablar. Si no aprendes a perfilar tu lector ideal, estás echando ajo para todos… y va a ser que no. Si quieres aprender cómo se hace… prueba por 1€ y si no te gusta la formación pues lo dejas: https://lanzamiento.trebolarium.com/prueba-por-1-euro P.D.: En el enlace que te dejo arriba te cuento cómo acabó el asunto con el suegro maldito. |