Este post iba por otros derroteros. Quería contarte la historia de un hombre que murió de un ataque al corazón porque su capa quedó enganchada en una lápida. Trataba de buscar esta historia para redactarla con más precisión, ya que no es mía (posiblemente se tratara de una leyenda conocida) y lo que encontré me dejó de piedra (nunca mejor dicho).

Me dejó de piedra (nunca mejor dicho). 

Resulta que un hombre en Pensilvania, precisamente en ese lugar, estaba arreglando la tumba de su suegra junto a su mujer y la lápida cedió, cayó sobre el hombre y éste murió (puedes ver la noticia AQUÍ) y… tenía que contártelo porque lo siguiente que te planteas es si fue mera casualidad o alguna especie de maldición «suegril». Nunca lo sabremos, desde luego, pero si lo piensas, es el comienzo, o el final, de una gran historia.

Me recuerda a una vieja película que se titulaba «Las diabólicas» (la versión del 55, como siempre, es mucho mejor que la versión de Sharon Stone) en la que dos mujeres deciden matar al hombre que compartían y una de ellas estaba enferma del corazón… con un final tan escalofriante como la caída de una tumba aplastando al yerno. 

Un yerno aplastado y un señor vestido a la antigua

¿Y por qué quería yo contarte todas estas cosas? Mi objetivo era hablarte del hombre enganchado, un señor que viste con sombrero de copa y capa y que tiene que atravesar  un cementerio y se le engancha la capa pero pasa tanto miedo al creer que un muerto le ha cogido la capa, que muere de un ataque al corazón. 

Quería hablarte de los ganchos literarios que nos agarran la capa y nos dejan atrapados en una historia pero la atrapadora quedó atrapada cuando encontró la noticia del yerno aplastado. ¡Qué cosas!

El otro día estuve pensando en la esencia del buen escritor y pude darme cuenta de que…

El escritor novato se conforma con terminar

El escritor perfeccionista se conforma con escribir sin faltas

El escritor vendedor, se conforma con emocionar

El escritor que quiere hacer feliz a su lector busca ENGANCHAR

¿En qué nivel te encuentras?

Realmente sólo podemos llegar a vivir de nuestros libros si buscamos la excelencia y la excelencia no es terminar un libro ni escribir sin faltas ni tener un estilo depurado… en realidad la excelencia consiste en comprender a mi lector y hacerle feliz y siempre tengo que dar una vuelta más de tuerca para conseguirlo. 

No te conformes con la primera versión de tu libro… busca siempre enganchar, apasionar, divertir… busca que tu lector ría a carcajadas o llore a moco tendido, que se enamore de los personajes… que sienta un vacío cuando tu libro acaba. Literatura es cuando logras que tu lector no pueda ser la misma persona antes y después de leer tu libro… y eso no es tarea fácil. Por eso no está al alcance de todo el mundo, aunque se está más cerca cuando no te conformas y sigues investigando, aprendiendo, probando, mejorando y publicando las mejoras. No consiste en alcanzar el zénit literario sino en tenerlo como brújula y avanzar constantemente. 

Tengo una teoría y es que no creo que existan malos escritores. Creo que hay escritores a los que les faltan estrategias. Las estrategias para atrapar al lector existen y es lo que hace que todo tenga sentido.

Si te animas a descubrir nuevas estrategias para ENGANCHAR (sin morir en el intento), estás a tiempo de engancharte a la formación y disfrutar del nuevo ciclo. 

Por cierto, este titular (que no me corresponde), es en sí mismo…. un gancho. 

Curso de Ganchos literarios: 

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