Esta circunstancia no debería ocurrir. Los escritores se atascan porque todavía no han convertido su trabajo de escritor en un oficio que requiere un ritual diario. Escribir es como un músculo a ejercitar y se debe escribir todos los días. Logrando este primer objetivo, los atascos literarios son pan comido.

No obstante, puede ocurrir que te quedes atascado en algún momento de tu libro y puede ocurrir por varios motivos. Vamos a analizar las distintas razones por las cuales te puedes quedar atascado en tu trabajo y cómo solventar cada una de esas razones.

El primero y más importante es la desmotivación. Los escritores noveles, que aún no conocen técnicas para narrar libros, se desmotivan enseguida porque su historia deja de gustarles a ellos mismos, porque no saben cómo continuar su historia o porque  han perdido energía y ritmo. Afortunadamente es un mal que se arregla con el tiempo. Está relacionado con no saber cómo montar una historia, cómo elegir un personaje, cómo hacer que una historia funcione… pero también está relacionado con la fe en sí mismo, con el pulso que tiene el escritor con los mensajes sobre su valía y su capacidad, algo con lo que todos los profesionales luchan a diario, no sólo los escritores. Técnica y confianza en sí mismo, son las dos patas de la motivación.  En el curso «Aprende a escribir tu primera novela» , te enseñamos la técnica. En cuanto a la confianza en si mismo, es un trabajo personal, individual que tiene mucho que ver con la perseverancia y con no decaer pase lo que pase. La mejor forma es terminar el libro, aunque no te guste la historia, aunque no tenga un final exitoso porque si te quedas atascado en mitad de tu primer libro y pierdes la motivación, tienes que vencer esa barrera y es más importante que escribir un gran libro y para eso tienes que terminarlo. No te importe que ese libro se quede guardado en un cajón y no vaya a ser leído por nadie nunca más. Lo importante es ponerse la camiseta que dice «yo soy novelista».

El segundo más importante es la búsqueda de la perfección. No existe nada más paralizante que intentar escribir la obra perfecta. Para escribir la novela perfecta, debes dominar muchos aspectos: la ortografía, la gramática, técnica narrativa… tienes que saber tanto de tantas cosas que podías perder toda tu vida en el aprendizaje para hacer la novela perfecta… y no, eso no es eficaz. Debes escribir la novela medioperfecta, es decir, escribir lo mejor que puedes con los conocimientos que tienes ahora pero seguir aprendiendo en tu vida para escribir mejores trabajos en el futuro… se perfecciona con el oficio, no con la teoría paralizante así que la mejor manera de resolver atascos es seguir escribiendo y cada vez mejor.

Ahora nos adentramos en tipos de atascos más concretos como, por ejemplo, no saber qué escribir ahora, cómo continuar mi historia. Eso ocurre porque sólo has pensado en el principio y el fin de la historia... pero hasta llegar al fin deben pasar muchas cosas. Tienes que rellenar, al menos 100 páginas. Miguel Ángel Moleón, un gran amigo y un gran escritor al que aprecio mucho, dice que hay que contar con una brújula y no con un mapa. Desde luego que hay escritores con mapa que diseñan toda su novela paso a paso antes de ser escrita… pero esto les resta flexibilidad. La fórmula más sencilla para desarrollar la trama de una novela te la comparto en la guía gratuita que te ofrece la página sobre cómo escribir un libro o curso que aprendí yo misma escribiendo un guión cinematográfico y que consiste en crear una estructura de capítulos, un esqueleto sobre el que desarrollar el resto del texto.

Finalmente, una de las razones por las que te quedas atascado en un capítulo concreto se debe a dos cosas, una, que no sabes que ese capítulo existía porque no has desarrollado tu esqueleto y por tanto vas como pollo sin cabeza en tu novela, escribiendo e improvisando lo que se te ocurre, sin contar con una brújula que te guíe por el camino. Una vez que sabes sobre qué vas a escribir ya no ocurre eso. Así que, si tienes este bloqueo… haz un esqueleto de tu historia.

La otra razón es que sí hayas desarrollado esa estructura, que sepas qué vas a escribir pero que una vez escrito, el capítulo se te ha quedado corto. Este atasco es muy fácil de resolver. Lo hacen muchísimo los periodistas, que es releer el capítulo y desarrolllar cada uno de los aspectos fundamentales que se cuenta en él. Normalmente un periodista lo hace añadiendo datos pero un escritor cuenta con muchos más recursos como, por ejemplo, utilizar metáforas, contar algo del pasado de alguno de los perfonajes (dándole así más fuerza, al acto narrado), añadir reflexiones del propio narrador sobre los acontecimientos,  añadir otros elementos que embellezcan la narración…

Así es como se resuelven los principales bloqueos literarios. Pero si no te ocurre nada de esto y sigues atascado, no te preocupes, siempre puedes preguntarme: escritores@trebolarium.com

 

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