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Asunción Cabello López, la autora de «Aros de humo», su primera obra, quiso hacernos viajar por la evanescencia de algo que el tiempo borra que son las miles de vidas humanas que se pierden en tiempos difíciles, como los personajes de su novela, quienes de forma directa o indirecta tienen relación con la familia Alvarado-Úbeda y que, como indica la sinopsis de su contraportada, son como los aros de humo, definidos al principio pero que el tiempo los hace desvanecer, una gran metáfora de lo que hacen las contiendas con las personas que un día tuvieron un nombre, cuyo dolor fue guardado durante generaciones y que son invisibles para el resto de la humanidad. Se trata de piezas de un puzzle que refleja un hecho histórico pero que son tan pequeñas que de forma aislada no parecen decir nada pero que, si desaparecen, muestran un hueco en el puzzle, un hueco irreemplazable dejando la imagen desdentada.

La historia se escribe a través de los dolores individuales aunque sólo se nombren a quienes les dirigieron, sus responsables.