Aún no he publicado porque quiero escribir el libro perfecto. Aún no he enviado el manuscrito a nadie porque me da miedo de que me lo rechacen ya que no está perfecto. Hasta que mi libro no sea excepcional, no se lo voy a dar a nadie… ¿te suena? ¿Pecas de esa forma de ver tu proyecto literario?
Vamos a establecer una diferencia entre la perfección individual y la perfección colectiva. La perfección individual es la que tú puedes ejercer sobre tu trabajo. Sin embargo, la perfección colectiva es la que los demás ejercen sobre tu trabajo una vez que lo han conocido.
¿Cuál piensas que es la mejor perfección? ¿Tu visión o las de los demás?
Puede que pienses que tu visión es más exigente, que tú sabes más sobre escribir libros que el común de los lectores y que sólo tú puedes imprimirle a tu trabajo el estándar de calidad que autoexiges a todo lo que haces. Y… sí, es posible que así sea. Puede que tu nivel de exigencia sea más elevado que la media en cuanto a redacción, estilo, conocimiento de estructura literaria…
Sin embargo, calidad literaria y comunicación eficiente no van unidos de la mano por lo que puedes escribir un libro perfecto, sin fallos, con un estilo exquisito y no poder conectar con tus lectores precisamente por ese elevado nivel que impide, no ya la comprensión del texto sino que vibre emocionalmente con tu lector.
¿Estás de acuerdo con esta idea?
«La perfección individual se expresa antes de la publicación y la perfección colectiva se expresa una vez publicado tu libro».
Cuando quieres ser perfecto según tus criterios personales, no publicas hasta llegar a ese estándar. Puede que tu nivel de exigencia sea tan elevado que te cueste mucho llegar a él y puede que eso te impida crear tu libro. Quizá pasen años hasta que consigas escribirlo y una vez escrito no estarás seguro de publicarlo porque, como la pefección puede ser infinita, es posible que no te atrevas a sacarlo a la luz porque dudes de su perfección.
Sin embargo, si quieres hacer un trabajo que conecte con los demás, lo importante es que los demás puedan leer tu libro, formarse una opinión y después comunicártela.
Los expertos del marketing hacen precisamente eso y deberíamos emular su estrategia de cara a realizar un buen libro.
Ellos trabajan con un gran concepto:
El Producto Mínimo Viable
El Producto Mínimo Viable es el resultado de la primera fase de creación de un producto. Es el primer modelo o prototipo. Escribimos un libro corregido pero sin necesidad de aplicar unos grandes estándares de calidad. Dejamos que un gran grupo lea el libro y que tenga la oportunidad de ofrecer su opinión.
Es muy importante TOMAR MUY EN SERIO la opinión de tus lectores, aunque te parezca ofensiva o absurda. La opinión es un reflejo de sus sensaciones y de lo que le ha despertado el libro y estamos muy interesados en que le despierte ciertas emociones: queremos que se entusiasme, o que se entristezca si vamos a escribir una historia triste… o que se enfurezca o que pase mucho miedo. Así sabemos que si el producto mínimo viable no consigue el objetivo, podemos trabajar a partir de él con una información mucho más veraz.
La publicación en digital es una ventaja
La publicación digital nos permite lanzar un producto mínimo viable, darlo a conocer, recibir un feedback y entonces sí, crear un producto desde la idea de perfección colectiva. Por supuesto, nuestro producto mínimo viable puede ser vendido y reportarnos beneficios económicos mientras recibimos toda es información valiosa. Así sabemos si es un tema que interesa, si se vende, si funcionan las estrategias virales, es decir:
No sólo aprendemos sobre la calidad del libro sino sobre la calidad de su venta
Con todas estas ideas ¿aún crees que es una buena idea ser prefecto para después publicar?
¡Te propongo algo! Haz uno de nuestros cursos (son Productos Mínimos Viables aún), publica en Trebolarium y empieza a trabajar en la perfección colectiva de tu libro… y así es como se empieza a crear grandes trabajos ¿te animas? Pues pulsa en la imagen y amplía información