No sé si sabes que yo monté Trebolarium después de perderlo todo.
Había perdido el trabajo y con la indemnización monté un negocio y quebré quedándome endeudada y habiendo perdido todos mis ahorros.
Los comienzos fueron muy duros. No tenía nada de ingresos.
Un día vendí un libro y tenía diez euros. Fui al banco para sacarlos y comprarle a mis gatos su comida.
Fui al supermercado, cogí cuatro paquetes de gelatinas para gatos y cuando fui a pagar no tenía los diez euros.
En algún punto entre el cajero y el supermercado los había perdido. Abandoné la compra y regresé hasta el banco y no había ni rastro de mis diez euros.
Qué estupidez, perder diez euros ¿verdad?
Pues para mí supuso un dolor indescriptible.
Recuerdo que y anduve cabizbaja hasta llegar a un parque. Me senté en un banco y allí, en mi soledad, lloré amargamente porque había perdido lo único que tenía para darle de comer a mis gatos.
Sentía rabia, angustia, desesperación…
Muchos escritores me cuentan que están en situaciones parecidas a la mía de aquel día y…
¡Vaya si lo entiendo!
Pero mírame ahora. No es que sea millonaria pero soy autónoma y pago mis impuestos y liquidé todas las deudas de mi pasado.
Y lo hice yo sola, trabajando mucho y escribiendo mucho.
Por eso me permito el lujo darte un consejo: no te agarres a un libro, sino a un sistema. No esperes que un libro te salve de la quiebra. Un libro no lo hace pero un sistema sí, te lo digo por experiencia.
Si confías en esa experiencia, te espero dentro: