Hoy he leído un mail de una editorial que me presentaba un libro y decía lo siguiente:
«una obra que aborda temas cómo la vida, el amor, la muerte e incluso la propia existencia»
¿Qué piensas cuando lees esto?
¿Piensas lo mismo que yo?
Yo pienso «nada».
Es decir, que no hay nada detrás de esas palabras.
El que ha escrito eso no ha dicho nada.
Si yo fuera escritora y una editorial dijera eso de mi libro, a lo mejor hasta me enfadaba.
Un libro no habla de la vida y menos la «aborda» o la «plasma». En todo caso, un libro….
te muestra cómo la existencia roe tus tripas
o
te lleva de la mano por el borde del precipicio para que sientas el vértigo de vivir
o
te hace caminar descalzo por las ascuas candentes del ser.
… lo que sea, menos hablar de la vida y de la muerte y de la existencia… ¡aggg!
Pero una editorial hace lo que puede. Tiene tantos escritores que atender que a veces es comprensible.
El problema es cuando lo hace el propio escritor sobre su propio libro.
Me molesta mucho cuando un escritor dice que de escribir no se vive.
¿Sabes lo que pienso yo?
Que cuando no vives de tus letras, entonces es que no has hecho todo lo que se puede hacer.
Puede que no quieran o puede que no sepan.
Yo estoy para trabajar contra eso: